Noche 1:
La pelea. La separación a las 10 de la mañana; me esperaba una tarde de muchas lágrimas e indignación. Pero en esa noche de martes de verano no iba a quedarme de brazos cruzados: 3 amigos, 4 cervezas, 6 fernet, una vereda y 6 hombros de confianza. Confianza de la buena.
El primer día sin saber en qué andaba, la primera noche sin sentir su abrazo cálido. Pero PARÁ. Recién empieza la noche y vos sos una diosa a la que no le importa nada. Sólo reír y tomar ¿Quién era ese? No me acuerdo. Si el no me amaba, yo tampoco.
Y sin más aparecen las 5 de la mañana entre miradas borrosas y charlas sin sentido. Y todos se empiezan a ir a su casa, y vos te volvés a tu casa sola... Extrañando mucho, queriendote poco. Y ahí algún amigo se da cuenta, y ahí largas todo el llanto que tenías guardado, y por ahí tu amigo llora contigo y ahi si te das cuenta quiénes son los que de verdad te quieren.
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