jueves, 18 de febrero de 2016

Diario de una separación 2

Noche 2:

Después de una noche de tragos wild on, hoy tengo resaca.  Y me tuve que levantar temprano para tomarme un bondi interdepartamental (fui parada) para hacer vida de familia. Me quise suivida.  Una con ganas de quedarse llorando en el cuarto pero tenes que poner tu mejor cara de poder y hablar del calor que hace en verano.

Pero no aguantas. Y lloras con tu madre, con tu padre, y con una amiga de ellos que por suerte es psicóloga y seguro vio casos más graves que el tuyo. Es la etapa de hacer público el dolor; con este llanto te digo que no me preguntes como está aquel, porque no está más. Y vos no estas feliz.

Pero pensas que capaz que te sigue queriendo, y a pesar de todos los errores se puede reconstruir en las cenizas de aquella relación que se fue a la mierda. MOMENTO CRÍTICO: aprende que NO se va a reconstruir nada, cuando algo se rompe en serio no es fácil arreglarlo.  Las oportunidades estuvieron antes, antes de romperte del todo.

Y de repente llegan datos. Empezás a descubrir mentiras y engaños, y surge la gran incógnita: ¿era todo mentira? Ahí te enojas, mucho odio y tristeza. El odio sustituye a la melancolía, y eso te hace sentir un poco mejor: por lo menos no tenés ganas de verlo.

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